Pampaneo Tapas y pinchos_

Muy cerca de la mítica Plaza de las Flores, para ser más precisos, en la calle Arzobispo Simón López, localizamos Pampaneo Tapas y Pinchos. 

Mientras esperaba a los platos me trajeron un pan que llaman "Pan 300". Desconozco el origen del nombre, pero cierto es que tras probarlo coges fuerzas y ganas para defender las Termópilas luchando codo con codo con Leónidas. Es un pan tostado muy fino rociado con aceite de oliva virgen extra, sal gorda y pimentón murciano. 

Empecé con unos buñuelos crujientes de bacalao en salsa de pimientos del piquillo y tinta de calamar. Estaban muy crujientes, sabrosos y con una bechamel muy suave que dejaba apreciar el sabor del pescado pero con un ligero toque picante. 

Tras los buñuelos me trajeron una ensalada césar de canónigos con rulo de queso de cabra caramelizado, fruta de temporada variada ,tomates cherry y mezclum de frutos secos. He de decir que estaba muy rica y refrescante y la sorpresa fue la sandía, fruta que nunca había puesto en una ensalada y que después de probarlo no va a faltar en ninguna de las que haga en casa. 

Llegó el momento de algo más contundente para asentar el estómago: unas tiras de pollo rebozadas con salsa barbacoa y la verdad es que para ser algo tan simple me sorprendió. Nunca he probado unas tiras de pollo tan tan jugosas por dentro (y eso que es pechuga, doblemente meritorio) pero a la vez tan crujientes en su rebozado. Lo dicho, muy meloso, y con una salsa que les va de miedo. Sinceramente, no fallaréis nunca si pedís este plato. 

Para suavizar un poco me trajeron un revuelto de setas con foie, siendo en conjunto un plato muy logrado a pesar de su sencillez, predominando otra vez la jugosidad y ligereza del plato, gran acierto. 

Y para rematar, el plato principal: solomillo de cerdo ibérico con salsa de miel acompañado con patatas fritas, tomatitos cherry y pimientos de Padrón. Como os podéis imaginar estaba buenísimo y muy muy jugoso ¡Yo llegué a cortar un trozo sin cuchillo! Bastaba con el tenedor y se deshacía en la boca. Como contraste, una bsalsa de miel que le confería un dulzor muy agradable.

Pero la carta no se acaba en estos platos, tiene gran variedad de entrantes, montaditos, ensaladas, pescados, carnes y hasta arroces, rematando con unos postres caseros muy muy ricos. 

Pampaneo es un lugar en el que puedes desde tomarte unas cañas para el aperitivo hasta una buena cena con tu pareja o amigos. Un local con una decoración minimalista y terraza en el paseo (es peatonal). La distribución tan abierta le da un toque bastante fresco e interesante. Solo decir que lo recomiendo encarecidamente. 

Disfrutadlo y, como siempre, ¡que aproveche!